Pollito, mi gata...

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Malos días…



Mi pollo murió… tuvieron que sacrificarlo, aun me siento mal por haber tomado esa decisión, tal vez no fue la correcta, pero debía hacerlo, me pesa mucho, y me arden mis ojos de llorar.

Me arrepiento de haber tomado esa decisión, pero la operación era muy cara, ya estaba infectada por dentro y muy débil y todo por tener gatitos, no cabe duda que ser madre también es una maldición, pero de algo estoy segura…



Mi pollo no debió haber muerto hoy…



Te amo pollito, mi gato llamado pollito, único…

Me tome fotos con ella, la tenía que recargar sobre mi porque ya ni moverse podía, la tranquilizaron para que no sufriera…

quería quedarme con ella pero el veterinario me dijo que era mejor que no la viera, que me llamaba cuando estuviera lista… y me fui a la casa corriendo…

me tire a la cama y llore, aparte de que me sentía muy débil, no he comido muy bien, y tampoco pude dormir bien, la cuide toda la noche…



y me dormí pensando en que ya en estos días se podría dormir conmigo otra vez, y la apapacharía mucho viendo reflejado el bienestar en sus ojitos azules…

Aun recuerdo cuando llegaste a la casa, siempre fuiste bien chillona! Te quedabas esperándome afuera del baño cundo me metía a bañar, y no dejabas de chillarme y darme vueltas hasta que no me acostara, y luego te ibas a tu camita… solo te dejabas agarrar por mí, se que hubo una conexión rara entre las dos, siempre que te dormías conmigo pasaba algo extraño, me encantaba que dormías en poses extrañas y chistosas… y que me necesitaras y me amaras como yo a ti.



Pero ya no está conmigo, y la extraño…

Sostuve su cuerpecito inerte por unos minutos, y después la enterré con sus gatitos, empezó a llover, y ahí me quede un ratito…



Me duelen las piernas de haberme quedado ayer todo el día hincada sobándole su pancita, aparte de que hice ejercicio en la noche, hacia mucho frío.

Anoche la metí a mi cuarto sin que se dieran cuenta, y la dormí sobándole su pancita.

Cuando estaba en el veterinario, cuando ya se la iban a llevar, estaba acostada en la mesa, y yo estaba ahí a su lado, y recargo su cabecita en mi brazo, me solté a llorar, le di un beso y le dije que la amaba y el veterinario me dijo que mejor me saliera… que él me llamaría para recogerla, y así fue, pero me la llevo a la casa, en su cobijita, aun tenía su collar, se lo quite… y la enterré…

Te amo mi Pollo, mi gatita hermosa…

Maldigo al idiota que te lastimo y te dejo mal…